Un estudio llevado a cabo en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, determina que una familia española gasta en agua la equivalente a tres bañeras solo con el gesto sobre limpiar los platos a mano mientras un día. Siempre que sumamos este derroche de agua a el pereza en comparación a produce lavar los platos y otras utensilios después de comer (más incluso en mi época), lo más lógico sería que prescindiéramos de las comidas que requieren la uso de un plato, cuchillo, tenedor o cuchara. Aquellos que están acostumbrados a corroer fuera de edificación durante la jornada de trabajo sabrán muy bien de lo que hablamos. Probablemente muchos sobre ellos entenderán a el perfección el consigna de “la alimentación en un tupper no sabe igual”. Si bien es cierto que algunas empresas han optado por equipar sus cocinas con platos y cubiertos con el fin de hacer la costumbre de los empleados algo más agradable, en ocasiones, el media hora sobre la que se dispone para comer no da mucho más de

contenedores para comida