La homeopatía se puede utilizar en los pequeños desde una edad temprana. En particular, puede emplearse para tratar dolencias menores, como determinados trastornos del sueño o el dolor cuando salen los primeros dientes.

No obstante, la homeopatía muestra eficiencia en más o menos el 30 por ciento de los pacientes. Es importante apuntar que la administración de un placebo, esto es, una substancia neutra que no contiene productos activos, también tiene una eficacia terapéutica del 30 por cien . No existen estudios clínicos que demuestren que el resultado de un tratamiento homeopático sea superior al de un fármaco placebo. Esta tasa de éxito corresponde a un medicamento placebo, que en consecuencia no contiene ninguna substancia activa.

En Francia, la seguridad social reembolsa el 30 por ciento de los fármacos homeopáticos con receta médica. También se venden sin receta en las farmacias. Con casi uno de cada dos franceses que la usan, la homeopatía es una de las medicinas complementarias más populares.

En una segunda etapa, con la meta de reducir los efectos indeseables y aumentar la eficiencia de su terapia, Samuel Hahnemann preconizó el principio de las diluciones: el principio activo se diluye en etapas sucesivas y la solución se agita con fuerza entre cada dilución (proceso llamado dinamización). Tras múltiples diluciones al décimo (DH) o al centésimo (CH), la cantidad de principio activo residual es enana, aun infinitesimal, y los homeópatas estiman que las propiedades terapéuticas de los antídotos homeopáticos se deben más al efecto de las dinamizaciones sucesivas que a las pocas moléculas de principio activo que todavía pueden estar presentes en los gránulos de azúcar. Las teorías en las que se basa la homeopatía han alterado poco desde el siglo XIX, y los escritos iniciales de Samuel Hahnemann todavía constituyen la "biblia" de la mayor parte de los homeópatas.

En base a esto, el homeópata va a decidir el curso del tratamiento, que con mayor frecuencia toma la manera de remedios homeopáticos administrados en forma de pastilla, cápsula o bien tintura, y puede recomendar que asista a una o más citas de seguimiento a fin de que se puedan evaluar los efectos del antídoto sobre su salud, como en los tratamientos contra la gripe.

Creada por Samuel Hahnemann a principios del siglo XIX, la homeopatía pertenece al campo de la medicina no tradicional. Es practicado por médicos de todo el mundo. El término "homeopatía" procede de las palabras griegas "homoios", traducidas como "similar" y "pathos" que significa "enfermedad". De hecho, según la homeopatía, lo afín cura lo afín.

Los fármacos homeopáticos pueden venir en muchas formas idénticas a las empleadas en alopatía: solución, polvo, supositorio, crema. Sin embargo, los más conocidos y también los más empleados son los gránulos y glóbulos, específicos de la homeopatía.

No obstante, debido al grado de dilución de las cepas homeopáticas que garantiza la ausencia de toxicidad, los requisitos para la comercialización no son los mismos que los de los fármacos alopáticos. En el caso de los medicamentos homeopáticos no registrados que no reclaman una indicación, la autorización de comercialización se reemplaza por un simple registro que, sin embargo, permite garantizar la calidad y la seguridad del fármaco. En el caso de las especialidades homeopáticas que tienen una indicación, se requiere una autorización de comercialización, mas el laboratorio no precisa proporcionar los resultados de los ensayos clínicos y las pruebas de toxicidad.